Samuel Durán, investigador y director del Magíster en Nutrición de USS, detalla el impacto de la obesidad infantil y las claves para enfrentar sus consecuencias
En un nuevo episodio de Rockstars, el conductor Gabriel León conversó con Samuel Durán, investigador y director del Magíster en Nutrición en Salud Pública de la Universidad San Sebastián; quien realizó un estudio sobre la comida a la que tienen acceso los niños en los diferentes centros comerciales de Chile y el mundo, y cómo esto impacta en los niveles de obesidad infantil.
Dicho estudio analizó 192 menús infantil diferentes de diversas partes del mundo, incluido Chile. Menús que reflejaban los malos hábitos alimenticios de las personas, ya que la mayoría presentaba solamente alimentos como papas fritas o bebidas azucaradas.
“Para poder establecer un ranking es que establecimos una puntuación que iba del -17 hasta el 17, siendo este el menú más sano. Dentro de esto consideramos ítems como la información nutricional presente, si incluía bebidas azucaradas o agua, la entrega de regalos junto al menú, entre otros”, agregó Samuel Durán, al detallar los alcances del estudio.
Como resultado de esta investigación, Chile y Hungría fueron los países peor evaluados de la lista, e incluso nuestro país registró al restaurante con los peores resultados dentro de todos los participantes de la encuesta. Durán aclaró que lo único que salvó a Chile de ser el peor de toda la lista, es que los menús no vienen con regalos. “Esto gracias a la ley de etiquetado frontal, y fue ahí donde obtuvimos el mejor puntaje en comparación a otros países”, subrayó.
En esta misma línea, Samuel Durán, sostuvo que pese a existir una ley de etiquetado que regula los ingredientes de los alimentos, el hecho de que Chile haya tenido los peores puntajes en los menús para niños se debe a que esta ley de etiquetado sólo regula alimentos envasados. “Los índices nutricionales de estos platos siguen siendo malos porque la ley no cubre este tipo de comida que no se sirve envasada”, indicó.
Según el experto, para enfrentar los negativos resultados que obtuvo nuestro país y poder mejorar la comida que se le ofrece a los niños y así evitar que sigan aumentando los índices de obesidad infantil, los locales de comida rápida deben ofrecer diferentes alternativas. “Esto ha funcionado en otros países, las alternativas en los menús. Si tenemos papas fritas, también puede haber verduras, o que esté la alternativa del agua. En los postres también se puede ofrecer fruta picada, por ejemplo”, sentenció.
Otra de las soluciones que plantea Samuel Durán, es que el Estado tenga una función más reguladora, algo que gracias a la ley de etiquetado frontal se demostró que sí puede funcionar. “El Estado podría decir que tengan opciones a la venta, finalmente la empresa no va a quebrar por comprar cuatro manzanas más, además se ha demostrado que las empresas se logran adaptar a este cambio, pasó con la ley de etiquetado frontal”, añadió el académico de la USS.
Sobre la función del Estado, Durán estima que debería regular el tema de las ofertas de alimentación que están disponibles para los niños, ya que: “trabajar con niños es lo más importante. La obesidad infantil es algo que a futuro se vincula con problemas de salud, problemas que comienzan a aparecer desde los 10 años hasta resultar en enfermedades crónicas”.
“Otro de los puntos importantes sobre este estudio de los menús de los niños y sus resultados es que los padres se logren sensibilizar sobre la problemática existente, de no hacerlo enfrentaríamos como sociedad un problema aún mayor relacionado con la obesidad infantil. En esta misma línea, se espera que las autoridades también se haga cargo de esto. Yo espero que el Ministerio tome esto, y que vayan tomando cartas en el asunto”, aclaró Durán.
Finalmente, el especialista dijo que para poder generar cambios conductuales en la población y mejorar la alimentación de las personas el foco debería estar centrado tanto en niños y adolescentes, ya que en ellos es más fácil poder generar un cambio en la forma de alimentarse.