Cárcamo: “Los niños con apego tienen menos opción de tener problemas de salud mental”
La tradición clásica señala que, cuando nace un bebé, la matrona ubica a la criatura junto a su madre para comenzar a forjar el apego. Pero para Rodrigo Cárcamo, investigador de la Facultad de Psicología y Humanidades de la Universidad San Sebastián, este hecho no potencia el real vínculo entre una madre y su cría.
En conversación con Victoria Walsh, del programa Café Plus, el doctor se refiere al apego infantil y al desarrollo humano en general. Cárcamo además tiene un doctorado en Psicopatología del Desarrollo desde una Perspectiva Educativa y Cultural, en el Centro de Estudios de Infancia y Familia de la Universidad de Leiden, Países Bajos. Es decir, es una eminencia en esta temática.
Señala que el apego es desde la cuna a la tumba, pero que tiene distintas interpretaciones y no es tan fácil de entender. “El primer año de vida es la ventana para formar los vínculos de apego con los bebés, ya que estos nacen incapaces e indefensos para regular el estrés. La base de la teoría del apego es la regulación del estrés”, indica el experto.
Rodrigo Cárcamo señala que en sí mismo el mundo está lleno de amenazas y los recién nacidos buscan a alguien, a un adulto -específicamente a la madre-, para que les ayude a regular este temor. “Por lo tanto, lo que ocurre en las primeras horas de vida no define el tipo de apego que un bebé va a desarrollar con su madre o padre. Son muchas más importantes las horas, los meses y los años que vienen después, para ver qué tan sensibles son las necesidades de los infantes”, añade.
Estudios relevantes
La teoría del apego lleva más de 60 años de estudio. Según comenta el doctor, es una de las presunciones que más evidencia científica tiene en la psicología del desarrollo. Aunque, destaca, todos los estudios han sido hechos entre recién nacidos y sus madres. “Pero sabemos que los infantes pueden desarrollar vínculos de apego con cualquier cuidador, incluso en algunos países el vínculo lo forman con sus hermanos mayores”, explica.
Pero el apego, insiste Rodrigo Cárcamo, se vincula cuando el bebé lo está pasando mal. “Por ejemplo, si un menor está llorando y su mamá logra calmarlo, darle tranquilidad, está generando un real apego. Esas acciones son las necesarias para formar vínculos de apego. Muchas veces dejamos solos a los niños cuando están llorando. Hay que aprender a validar estas emociones”, detalla.
Dentro de las relevancias o implicancias que deja un real apego en un bebé, hay varias observaciones. Y el doctor enfatiza en una: “Por estudios, sabemos que los niños que desarrollan apego en la infancia tienen menos probabilidad de tener problemas de salud mental en la niñez y en la adolescencia. También, hay evidencia que niños con apego seguro tiene conductas prosociales más desarrolladas durante estas mismas etapas”.
Rodrigo Cárcamo señala que la USS están desarrollando estas temáticas. Se está estudiando qué implicancias tiene el apego en la regulación del estrés, en la conducta prosocial y en la salud mental. También, explica, que el apego acompaña a las personas durante la adultez. “Experiencias tempranas hablan de cómo nos vamos a relacionar con las personas en la vida adulta. Cómo serán las relaciones de pareja, los diálogos con otras personas, etc.”, señala.
Finalmente, el experto sostiene que en estos momentos está inmerso en un proyecto con niños, padres y madres. La idea es ir resolviendo, a través de talleres, ciertos miedos o fobias de los infantes. “Llevamos trabajando con 150 familias, monitoreando además la actividad fisiológica de los bebés, sometidos a problemas de estrés. Con esto además queremos acercar la ciencia a las personas del país”, asevera.