Académico comenta proyecto de recuperación potencial de 2.000 hectáreas en la Araucanía
Una gran iniciativa de recuperación potencial de 2.000 hectáreas está generando una alianza estratégica entre la Universidad de la Frontera y la Reserva La Fusta. El plan busca forestar bosque nativo quemado en la región de la Araucanía, principalmente de araucarias. Ricardo González, académico de la entidad, explica en qué comiste el proyecto.
El director del Departamento de Ciencias Forestales de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medio Ambiente de la UFRO conversó con Café Plus y comentó cómo surgió esta alianza y además cómo estarán participando los alumnos de la casa de estudios. “Se trata de un área que quemó en la localidad de Lonquimay, que constaba de 9.000 hectáreas. De esas, se pretenden recuperar 2.000 que tiene cobertura con araucaria”, indica.
Según explica el docente, la araucaria es un monumento natural que no se puede explotar económicamente, es decir, no se puede cortar ni sacar leña de ellos. “Hoy en día no es negocio plantar este árbol, pero buscamos recuperarla para la sociedad. La idea es protegerla para conservación y preservación. Esa es la magia de esta acción de la Reserva La Fusta”, sostiene Ricardo González.
El papel de la UFRO en esto es aportar capital humano para apoyar en la tarea de recuperación. Es como una mano a la tarea que ya comenzó la Reserva La Fusta. Se trata de un convenio de cooperación técnica, sobre todo en restauración. “Contamos con ecólogos, ingenieros forestales y personas especialistas en silvicultura, quienes pueden aportar a una recuperación más efectiva”, asegura.
Próximos pasos
La araucaria fue declarado monumento nacional y ella además está asociada a otras formaciones vegetales, pero también a fauna como pumas o zorros. El docente de la UFRO indica que el proyecto está pensado como un ecosistema más que solamente en una especie. Además, habrá trabajo de los alumnos quienes irán practicando, aprendiendo y haciendo.
Los primeros pasos que han realizado desde la entidad es efectuar constantes visitas al lugar y teniendo reuniones técnicas. Actualmente, se está construyendo un invernadero para la producción de plantas. “Nosotros también contamos con un invernadero en la universidad, que también tiene fines y propósitos más académicos que productivos. Ahora, el próximo paso es una visita técnica con los académicos del departamento a la Reserva, la que se efectuará en diciembre”, comenta.
Ricardo González que este proyecto es sumamente productivo para los estudiantes, ya que ellos pueden observar lo que puede fallar y lo que puede tener éxito. “Deben aprender que no todo son éxitos. De hecho, tuvimos un seminario donde nuestros colegas de la Reserva contaban más fracasos que éxitos. Hay muchos desafíos, desde el punto de vista climático, de plagas, incluso de las liebres que se comen las plantas, etc. La restauración no es un proceso fácil”, explica.
Finalmente, sobre los plazos de este proyecto, el académico de la UFRO comenta que la Reserva La Fusta lleva como tres años trabajando en restauración. Indica que la idea era tener un plan de unas 200 hectáreas al año aproximadamente. “Respecto a nuestro trabajo, estamos apoyando por el momento con nuestro invernadero. La idea además es traspasar conocimiento técnico hacia los operarios de la Reserva, para que ellos puedan trabajar de forma autónoma. El traspaso de tecnología debe ser concreto e inmediato”, sentencia.