Jonathan Ayala ejemplifica las acciones del ser humano en torno a la bondad y la maldad
Para el médico austriaco Sigmund Freud existen dos conceptos que marcan las acciones del hombre. Por un parte, el Eros, que busca unir y conservar la vida y, por otro, el Thanatos con impulsos agresivos y destructivos. En la religión budista está el dharma, que es la experiencia que se aplica en un camino de conexión; y el karma, que es el resultado de acciones buenas y malas. Jonathan Ayala, por su parte, se refiere y trabaja con la bondad y la maldad.
En conversación con el Club de la Felicidad, el doctor en psicología en la Universidad de Palermo, Argentina, se refiere a esta dualidad. Según otros estudiosos, fomentar la bondad en la vida implica cultivar la empatía y reconocer los logros de los demás. Está muy ligado a la gratitud e implica comunicarnos de una mejor manera. Hacer pocos días, se lanzó un estudio sobre bondad en el trabajo, con interesantes resultados.
Dentro de los números, el trabajo indicó que el 78% de las mujeres practican o demuestran bondad en el trabajo; en comparación con sólo un 69% de los hombres. Y, por otro lado, los participantes de entre 50 y 60 años destacan como un grupo más bondadoso, con un impresionante 85%. Jonathan Ayala, quien habla sobre estos temas, tiene diversos estudios en psicología positiva, personalidad, cortejo y deshumanización.
“Todos tenemos una forma de ser, que se entiende como personalidad. Y los aspectos que nos distinguen, y que nos dan más satisfacción, es decir, mejoran nuestra calidad de vida, son fortalezas como la honestidad, la vitalidad, el humor y la espiritualidad, entre otros. De hecho, tengo un colega que dice que hay 24 formas de ser bueno. Entonces, así nosotros podemos demostrar nuestra bondad y podemos incrementarla, ya que no es algo fijo”.
Jonathan Ayala, doctor en psicología.
Bonda versus maldad
Pero como la vida es un equilibrio, también existe la maldad. Por ejemplo, el profesor Andrés Hatum, de la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina), escribe sobre liderazgo, pero también habla del antiliderazgo. Siguiendo esa misma línea, Jonathan Ayala trabaja con la maldad. “Así como la bondad nosotros la tenemos sin ser conscientes; me atrevería a decir que muchas personas no son conscientes totalmente de su maldad o de cómo la expresan”, indica.
El doctor en psicología llama a no negar los aspectos de la maldad, sino que hay que conocerlos para poder gestionarlos en diferentes elementos. “Yo les hago la pregunta: ¿Piense cuándo fue la última vez que más se ha enojado? Y les hago recordar ese momento. Y les vuelvo a consultar: ¿Qué animal se les ocurre que podría representar esa situación? Y ahí me contestan un águila, una serpiente, etc. Entonces, yo los oriento a que ese mismo animal lo lleven al ámbito laboral”, explica.
Y bajo ese mismo ejemplo, contextualiza: “Les hago saber que en ocasiones está bueno ser amable, pero hay oportunidades que uno tiene que agarrar el liderazgo de otra manera. Entonces, sí hay momentos en donde esa versión del lobo, del águila o del oso puede ser funcional, siempre y cuando la reconozcas y la gestiones”.
Por otra parte, Jonathan Ayala indica que los seres humanos tenemos tres niveles de maldad. El primero, es el narcisismo, que es sobredimensionar las capacidades. El otro es el maquiavelismo, que es la tendencia a manipular al resto. “Y el último se llama psicopatía subclínica, que básicamente consiste en transgredir o romper las normas. Todos en algún momento manifestamos eso, por eso no hay que ver a la maldad de manera alejada, ya que pone en riesgo el no poder utilizar esta poderosa herramienta que te puede servir para defenderte y protegerte, o hasta para trabajar mejor”, concluye.