El pasado 3 de marzo se realizó el coloquio “A 40 años del terremoto de 1985: experiencias, aprendizajes y desafíos”, organizado por Universidad de Chile, para conmemorar el desastre natural ocurrido en la zona central del país. Kevin Albarrán, investigador de la línea de Memorias y Patrimonios del Programa Riesgo Sísmico, comentó los principales lineamientos de la cita.

A su vez, en conjunto con el Centro Sismológico Nacional y SENAPRED, se lanzó la campaña “1985+40”, que contempla actividades de divulgación científica, en el marco del gran sismo de 1985 de Chile; pero también de otros desastres naturales, ocurridos el mismo año, como el terremoto del 19 de septiembre en México y la erupción del volcán Nevado del Ruiz el 13 de noviembre en Colombia.

Tras cuatro décadas de los tres siniestros, el coloquio sirvió para preguntarse qué mejoras se han implementado y cuáles son los desafíos que permanecen. Por lo mismo, el trabajo de investigación de “Memorias y Patrimonios” (2018) tiene como objetivo proponer metodologías para estimar la vulnerabilidad y riesgo sísmico de estructuras patrimoniales adaptadas al contexto Andino y a los territorios chilenos.

Y como parte de ese trabajo, Albarrán habló de la campaña “1985+40”, que se realizará todo este año, y que busca efectuar diversas actividades que conmemoren los tres desastres mencionados. “Todo esto tendrá un evento los días 12, 13 y 14 de agosto, donde se hará un coloquio internacional que tendrá la presencia de investigadores internacionales para evaluar aprendizajes y acciones, como por ejemplo nuevas tecnologías sobre modelación de Tsunamis”, comentó a Café Plus.

Relatos sobre el terremoto

Kevin Albarrán explicó que, a raíz del terremoto de 1985 en Chile, se han implementado mejoras, particularmente normas antisísmicas en la construcción de edificios y locales comerciales. “Por ejemplo, estas nuevas reglamentaciones se pudieron medir gracias a que, en ese momento, se contaba con medidores que lograron registrar la intensidad del sismo ocurrido en la zona central”, explicó.

También, agregó, se realizaron cambios institucionales, quizás no tan potentes como ocurrió tras el terremoto de 2010 en Chile, donde se pasó de Onemi a SENAPRED. “Sobre el coloquio, una de las situaciones que se analizaron fueron las evacuaciones de Tsunami donde, por ejemplo, la respectiva alerta pasó de 25 minutos a tan sólo 6 minutos el día de hoy”, añadió.

El investigador del Programa Riesgo Sísmico detalló que actualmente existe más información sobre las consecuencias de un sismo y de cómo responder ante un suceso. “Creo que eso responde a un trabajo institucional, pero también a nuestra cultura y memoria. Y eso es parte de nuestro trabajo. Por ejemplo, el caso de reaccionar ante un Tsunami, creo que ese fue un aprendizaje ‘a la fuerza’, por las consecuencias del sismo de 2010”, indicó.

Por último, Kevin Albarrán hizo un llamado a la ciudadanía a escribir sus relatos y experiencias sobre el terremoto de 1985 de Chile. Para ello, los interesados deben entrar al sitio “1985+40” y dejar su testimonio. “La idea es hacer una recopilación de estas experiencias y memorias, que finalmente pueden servirle a otras personas. Estamos muy contento con la respuesta de la ciudadana a nuestra iniciativa”, invitó.