Patricio Arce: “Las plantas tienen el 90% de fármacos que usamos para las enfermedades”
El doctor Patricio Arce Johnson es académico titular y director del Instituto de Ciencias Aplicadas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chile. El profesor es experto en fisiología, biotecnología y biología molecular de plantas, con una trayectoria de más de 30 años. Además, fue uno de los primeros en manipular genéticamente una planta en el país y su trabajo contribuyó a que hubiese una legislación que definiera qué son los organismos modificados.
En sus años de investigación, Arce ha participado en diferentes proyectos vinculados a la ingeniería genética de plantas, como por ejemplo, al desarrollo de plantas cítricas tolerantes a estrés hídrico, plantas de mora sin espinas, frutos de alimentos funcionales nativos (sin semilla) y biocombustibles a partir de micro algas, entre otros logros genéticos.
Desde siempre al académico le interesaron las plantas, desde su taxonomía, la interacción con patógenos, la producción de alimentos; y desde la fisiología, bioquímica y ecofisiología. En sus años académicos, en Chile, no había muchos desarrollos, por lo tanto, tuvo la oportunidad de hacer un curso en Rosario, Argentina, donde conoció al investigador Luis Herrera Estrella, quien fue la primera persona en el mundo que manipuló genéticamente una planta.
Por esos años, se estaba trabajando en mejorar genéticamente a las plantas para hacerlas resistentes a herbicidas. Una de las características más importantes de las plantas o cultivos es que produzcan alimentos, es decir, tratar primero que crezcan. “Nos interesa cultivar poroto, papa o tomate, pero además que no crezcan, en su entorno, otras plantas o malas hierbas, las cuales se manejan con herbicidas. La idea era afectar la hierba y no el cultivo”, explica Patricio Arce a Rockstars.
Pero además se comenzó a trabajar genéticamente la resistencia a insectos. Los insectos, que son beneficiosos para muchos procesos biológicos en la vida, también se alimentan de plantas. Y por lo tanto, se alimentan de los cultivos y de los frutales, es decir, compiten con el ser humano por alimento, señala el académico. “La agricultura mundial depende de los pesticidas para poder generar el alimento que consumimos. Entonces, se hicieron plantas que fueran resistentes a estas sustancias, de tal forma de poder seleccionar que crecieran los alimentos que nos interesaban y no las malas hierbas y que tampoco pudieran dañar los insectos”, añade.
Plantas y su uso medicinal
Hoy en día, Patricio Arce hace una autocrítica como investigador ya que las primeras aproximaciones que se hicieron sobre manipulación genética de plantas, fue más centrada en los productores que en los consumidores. Y además alza la voz por el rechazo que tienen, en cierta parte de la población, los organismos genéticamente modificados, particularmente por las plantas transgénicas. Además, hoy en día la ciencia está trabajando fuertemente en la solución alimenticia que podría traer la crisis climática.
Sobre la aceptación a los cultivos transgénicos o, mejor dicho, a la oposición de la biotecnología agrícola, el investigador de la UA analiza la realidad local. “Existen grupos radicalizados que no tienen toda la información científica dura, que avalen los comentarios que hacen. Hoy se ha discutido el problema que pueden generar las plantas transgénicas, algunos de los cuales son atendibles, pero también manejables”, señala.
“Creo que la clave es darse cuenta de los beneficios que pueden tener las herramientas biotecnológicas, ya que permiten desarrollar vacunas, generar alimentos mejores y utilizar fármacos; porque las plantas tienen el 90% de los fármacos que hoy utilizamos para distintas enfermedades, por ejemplo, los compuestos anticancerígenos. Entonces, las son importantes como fuente de alimento y como fuentes de medicina para los problemas del presente y futuros”.
Patricio Arce, académico de la U. Autónoma.
Finalmente, sobre los planteamientos y los problemas que Patricio Arce dirige en el Instituto de Ciencias Aplicadas de la Facultad de Ingeniería de la UA, señala que vienen investigando que las plantas, para que puedan crecer, necesitan ser capaces de defenderse de los patógenos. Eso hace que su productividad disminuya o, inclusive, que mueran. “Con el conocimiento científico, uno trata de modificarla para hacerla más resistente a enfermedades por hongo, bacteria o virus. Y el tema en que nos enfocamos ahora es en la crisis climática, ya que va a determinar la vida de los habitantes de este planeta”, sentencia.