Universidad de Aysén desarrolla soluciones innovadoras a la contaminación del aire
En el programa Ciencia del Futuro, el periodista Daniel Silva conversó con el académico del departamento de ciencias naturales y tecnología de la Universidad de Aysén, Johnny Valencia, sobre la iniciativa que busca desarrollar soluciones innovadoras a la contaminación del aire desde la vinculación de la comunidad con la academia.
La calidad del aire en Coyaique empeora durante los meses más crudos de invierno. Esto se debe, entre otras cosas, al uso de leña para la calefacción de los hogares. Esta ciudad está catalogada dentro de las ciudades con peor calidad de aire en América Latina según el Informe Mundial de Calidad del Aire de IQAIr AirVisual.
El académico de la Universidad de Aysén Johnny Valencia comentó que este es un tema complejo y que no se puede eliminar el uso de la leña “porque detrás hay una cantidad de personas que dependen del mercado y la cadena de suministro de esta. Se tiene que mirar por ejemplo la calidad de la leña que se utiliza para calefaccionar las casas, cuáles son los sistemas de aislamiento y la eficiencia térmica de las mismas casas para evitar que se te pierda el calor”.
Por esta razón, desde la Universidad de Aysén se ha levantado un proyecto para monitorear la calidad del aire, que ya lleva un año y medio de funcionamiento. “Esta iniciativa se ha liderado con la unidad de vinculación con el medio y que a la vez es transversal al departamento de ciencias sociales, ciencias de la salud y ciencias naturales y de tecnología, con el objetivo de evaluar la percepción de seguridad y los niveles de contaminación al que están expuestos los chicos y chicas. Tenemos cinco liceos en diferentes comunas de la región en donde están diseñando sus dispositivos para poder evaluar temperatura, humedad relativa y material particulado al que están expuesto indoor y outdoor. Esto también nos permite evaluar las acciones que nosotros podríamos tomar para mitigar esta problemática”, comentó Valencia.
“Le entregamos a los estudiantes un set completo de arduino que tiene sensores de gases, de temperatura, humedad y un sensor de material particulado. Adicionalmente, le entregamos un Smart Watch que mide la saturación y ritmo cardiaco, entonces evaluamos la correlación que podrían darse con las medidas de contaminación”, agregó.
De acuerdo a Valnecia, este proyecto ayuda a entender, evaluar y actuar respecto a la calidad de vida que se podría tener en un espacio cerrado, y así, eventualmente a futuro poder enfrentar otros desafíos.
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