Matías Hermosilla es historiador del humor, y actualmente es candidato a doctor de Stony Brook University en Estados Unidos. Él participó en la última versión de Neuromediantes para comentar la comedia y el humor, esta vez, desde una perspectiva histórica. 

A lo largo de su trayectoria académica, Matías Hermosilla ha analizado la siguiente pregunta: “¿Cómo las cosas que la gente consume en el día a día son necesarias y valiosas para poder entender cómo piensa la gente?”. Esto lo ha llevado a estudiar tanto la comedia, como la música popular. 

Desde una perspectiva histórica, Hermosilla explicó que “el humor es un portal para entender la sociedad”. En otras palabras, “mide prejuiciosamente las formas de lo que nos es risible. Entonces cada vez que tú mides y analizas el sentido del humor a lo largo del tiempo es mutable, cambian los códigos sociales y cambian los códigos políticos”. 

Observando rutinas humorísticas, el magíster en historia señaló que es muy clara la diferencia entre las distintas décadas. Si bien en los años ochentas o noventas los chistes comenzaban con un “érase una vez”, en los años dos mil se utilizaba el “‘¿se han fijado que…?’, que era la muletilla del stand up”, explicó. Después del año 2010 se observa “una vuelta de un humor contingente, un humor de raíz social, de análisis de la sociedad. Es cosa de ver el último Festival de Viña, y no hay ninguna rutina que no sea política”, comentó en Neuromediantes. 

Además, Hermosilla explicó que, si bien existe un humor que se burla del poder, “también hay un humor tétrico, macabro, controlador. El bullying siempre se hace desde una perspectiva de autoridad”. Entonces, hay comedia que puede ser basada en la ridiculización y la crueldad. “El humor nunca es ingenuo y el humor nunca es completamente feliz, porque siempre tiene un discurso detrás y eso es lo interesante”, acotó Hermosilla. 

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