Paulina Flores de U. de Aysén explica los desafíos en las praderas del sur de Chile
En el último episodio de Rockstars, junto a Gabriel León, estuvo Paulina Flores, médico veterinario y académica del departamento de ciencias naturales y tecnología de la Universidad de Aysén; para analizar los alcances de proyectos de praderas degradadas y el uso de nuevas tecnologías en su desarrollo.
Con solo un año de regreso en Chile, tras vivir casi una década en Nueva Zelandia, Paulina Flores, aseguró que se dio la posibilidad de llegar a Coyhaique para insertarse de lleno en el mundo académico de la Universidad de Aysén. “Venir acá y encontrarte con otro ambiente; la estepa, la zona intermedia, lugares más húmedos; toda esa gran diversidad que existe de flora y fauna, también hay diversidad geográfica”, dijo.
Reconoce que su inclinación por la medicina veterinaria se remonta a su niñez. Explica que recogían gatos y que los podían tener en casa sin problemas. Así que cuando rindió la Prueba de Aptitud Académica, la única opción era incorporarse a la Universidad de Concepción, campus de Chillán.
“Fue una época fantástica, carrera que me permitió conocer lo multidisciplinaria que es”, subrayó Flores quien agregó que pudo derivar a ciencias más agropecuarias lo que terminó por ampliar el panorama científico.
Posteriormente, realizó su magíster en la misma universidad y efectuó su tesis evaluando la alimentación del jabalí. Dicha experiencia hizo que se fuera a trabajar a Osorno para investigar el contenido nutricional de la dieta de un animal con las características que la carne tendría después. “Era una época en que se estaba tratando de estimular el uso de la pradera para darle otro enfoque ya que siempre ha sido el alimento básico de los animales en nuestro país”, expresó.
Paulina Flores manifestó: “Nuestro deber es mejorar las praderas naturales y utilizarlas como base de la alimentación de los animales, así protegemos nuestro suelo, no perdemos esa posibilidad que tiene de ser una esponja de carbono y ayudar a la naturaleza. Está comprobado que ha mayor diversidad de una pradera, mayor productividad y por lo tanto mayor aporte hacia el medioambiente”
Acerca de su doctorado, la académica señaló que su idea era cerrar el ciclo completo. Es decir, ya entendía la producción de los animales, de donde venía su alimentación y ya estaba conociendo el tema de la pradera.
Respecto a los desafíos inmediatos que tiene la zona sur, donde actualmente se encuentra, la académica de la Universidad de Aysén reveló que son muchos. “Uno de ellos es incrementar los kilos de materia seca, para los que necesitamos trabajos de mejoramientos de suelos. Además, se necesita un monitoreo constante. Una de las expectativas del gobierno regional es aumentar la masa ganadera, la que hoy es escasa. También hay mucho problema con la rosa mosqueta ya que tienen unas espinas donde las ovejas quedan atrapadas”, sentenció.