Alzheimer, adultos sobre los 65 años duplican su prevalencia cada cinco años
La demencia es una enfermedad adquirida y progresiva, en que el paciente cursa con deterioro de las funciones cognitivas y trastornos del comportamiento. La neuróloga de Nueva Clínica Cordillera, Dra. Melissa Álvarez, enfatiza acerca de las principales señales del Alzheimer y cómo estar alerta con nuestros adultos mayores y cómo afrontarlo.
Lo cierto es que todos podemos dejar de lado ciertos detalles o cosas puntuales, pero olvidar compromisos y nombres, o no recordar fechas importantes, son algunos de las características de esta patología. En definitiva, genera una evidente pérdida de autonomía por lo que los pacientes requieren de cuidado constante.
Se estima que alrededor de 35 millones de personas en el mundo tienen hoy algún tipo de demencia. Si bien no existen datos epidemiológicos en nuestro país, se pueden realizar aproximaciones de cuántas personas padecen la enfermedad en la actualidad. La Encuesta Nacional de Salud ENS 2009-2010 reportó que 10,4% de los adultos mayores presentan un deterioro cognitivo y 4,5% presenta deterioro cognitivo asociado a discapacidad, que alcanza a 16% en los de 80 años y más. En nuestro país constituye la sexta causa específica de muerte.
Por otra parte, según datos del Ministerio de Salud, en 2015 murieron más de 1.722 chilenos y chilenas de más de 70 años a causa del Alzheimer. “la demencia, es una enfermedad adquirida, de curso crónico y progresivo, caracterizada por un deterioro en las funciones cerebrales superiores, con manifestaciones cognitivas, psicológicas y conductuales, en las que se ven afectadas las actividades de la vida diaria de los pacientes”, señala la neuróloga de Nueva Clínica Cordillera, Dra. Melissa Álvarez.
La principal causa de demencia corresponde a la enfermedad de Alzheimer. “Como factores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer, el principal corresponde a la edad, pues se presenta fundamentalmente en pacientes mayores a 60 años y sobre los 65 años se duplica la prevalencia cada 5 años. Otro factor de riesgo corresponde a la enfermedad cardiovascular, por lo que en la prevención el estilo de vida saludable cobra un rol fundamental”, enfatiza la especialista.
En las etapas iniciales de la enfermedad existe pérdida para retener y aprender nueva información, el paciente se puede volver repetitivo, dejar objetos en lugares no habituales, dificultad para realizar actividades complejas como pago de cuentas y para planificar actividades, trastornos del ánimo, irritabilidad, insomnio y a medida que la enfermedad avanza puede existir pérdida del lenguaje y dependencia total de las actividades de la vida diaria, enfatiza la especialista.
“Algunas de las recomendaciones que les hago a mis pacientes son mantenerse activos física e intelectualmente, como también, tener una buena alimentación para evitar el colesterol alto y la obesidad”, agrega la especialista.
Por otra parte, el Plan Nacional Preliminar para las demencias establece que, en los países de mayor desarrollo, por años ha existido una creciente cultura de estilo de vida saludable, no sucediendo lo mismo en los países de mediano o bajos ingresos, lo que afectaría directamente con la enfermedad.
“Con el aumento de la esperanza de vida de nuestros adultos mayores, se proyecta que en el año 2050 la prevalencia de la demencia bordeará los 135 millones de casos al año, por lo que es fundamental crear conciencia en nuestra sociedad”, concluye.
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