Jaime Gutiérrez: “Entre el 8% y el 10% de los embarazos se asocian con preeclampsia”

Durante un embarazo, en la semana 20 aproximadamente, puede aparecer la preeclampsia, enfermedad que afecta las arterias que suministran sangre a la placenta. Si la placenta no recibe la cantidad suficiente de sangre, el bebé recibe un nivel inadecuado de sangre y oxígeno. Esto puede ocasionar un crecimiento lento, conocido como “restricción del crecimiento fetal”. Jaime Gutiérrez, investigador y doctor de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, explica este problema de salud.

El facultativo es también bioquímico y doctor en Ciencias Biológicas con mención en Biología Celular y Molecular, siendo uno de sus temas de investigación las patologías del embarazo, asociadas al desarrollo de la placenta humana y el remodelamiento vascular. “Lo que ocurre con la preeclampsia no está del todo establecido. El flujo de sangre de la mamá hacia la placenta se reduce con este síndrome y el bebé, de alguna manera, pide más sangre. Ante esto, en un acto natural, la mamá eleva su presión sanguínea, provocando hipertensión que daña sus órganos”, explica a Café Plus.

Gutiérrez explica que la preeclampsia es una condición, un síndrome específico del embarazo, que se caracteriza por un aumento súbito de la presión sanguínea en un embarazo que es completamente normal. “Esto ocurre a partir de la semana 20 de gestación, espontáneamente, de manera súbita, sube la presión. Y eso, como consecuencia, genera una serie de daños multisistémicos en la madre que son de muy difícil manejo”, añade.

Según cifras médicas, este síndrome es la principal causa de mortalidad materna y fetal en nuestro país. Pero no solamente en Chile las cifras son elevadas, sino que también en el mundo entero. Hoy se está trabajando en el diagnóstico como en el tratamiento posterior. Mundialmente hablando, entre el 8 y el 10% de los embarazos se asocian con preeclampsia. Algunos son menos severos, otros más severos. Cerca del 3% son altamente severos”, indica.

Enfermedades posteriores

Si bien Jaime Gutiérrez señala que la preeclampsia se diagnostica en la semana 20 de gestación, es detectada con seguridad en la a partir de la semana 30, es decir, cuando el embarazo está muy avanzado. Entonces, finalmente, lo único que se puede hacer es tratar de contener la situación. “Hay pocas drogas que se pueden administrar y además tiene que hacerse monitoreo clínico permanente. Lo ideal, con la mamá hospitalizada”, sostiene

El doctor de la USS indica las consecuencias de esta enfermedad durante el embarazo y también en las etapas perinatales, es decir, los primeros meses de vida de la criatura. Para Gutiérrez, esto último es sumamente trascendente, ya que los primeros nueve meses de vida modulan y modelan el resto de la vida. “Particularmente con la preeclampsia, se multiplica entre tres y diez veces el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en el futuro”, señala.

El facultativo e investigador de la USS dice que el principal diagnóstico son precisamente los controles rutinarios que tienen todas las mamás y en Chile ese control programado es muy bueno. La ciencia, hoy en día, está intentando diagnosticar con claridad y exactitud la existencia de preeclampsia. “Hoy día lo más aceptado es que todas las mamás, o la gran mayoría de las mamás, alrededor de la semana 12 o 14, se sometan a un examen que se llama Doppler, el cual permite tener una imagen de cómo está el flujo de sangre materna y cómo entra a la placenta”, explica.

Finalmente, Jaime Gutiérrez dice que gracias a esta investigación y al trabajo con las vesículas placentarias a lo largo de la gestación, se proyecta evaluar otras condiciones propias del embarazo. Si bien hoy en día la tecnología para monitorear la placenta se hace a través de monitoreo de imágenes, resonancia, ecografías, etc.; hay muchos grupos que están trabajando en un desarrollo que permita hacer un análisis bioquímico para tener más y mejor información.

Para más antecedentes, los interesados pueden visitar la página de la Fundación Preeclampsia.