En el capítulo de esta semana de Efecto Metanoia, la conductora Daniela Elster conversó junto Nataly Moyano, ingeniera civil química, y Javier Arriagada, ingeniero civil industrial, ambos analistas de ImplementaSur , quienes conversaron sobre el impuesto verde y los mercados de carbono.

Para entender un poco más sobre la importancia del impuesto verde, es que Nataly Moyano describe a estos como “instrumentos económicos que permiten movilizar la acción climática, es decir que es un incentivo que permite a las instituciones que contaminan, hacerse cargo de sus emisiones”. Específicamente en nuestro país el impuesto verde que existe fue postulado a través de la Ley 20780, la cual se aplicaba sobre equipos de generación específicos, pero que actualmente y tras una modificación, este impuesto ahora es aplicable sobre niveles de emisión.

Otra de las características de este impuesto en nuestro país, es que si bien en el resto del mundo se habla sobre impuesto al carbono, en Chile también se toman en cuenta los contaminantes locales esto “para poder producir reducciones de estos contaminantes y para también beneficiar a la población local”, agrega Nataly Moyano.

Entendiendo qué es el impuesto verde también es necesario entender qué son los mercados de carbono, para esto es que Javier Arriagada explica que también está ligado a un tema comercial, “donde se pueden vender o comprar créditos de carbono. Un crédito de carbono es un crédito comercializable que equivale a una tonelada de CO2 o a algún otro gas de efecto invernadero que se puede reducir, secuestrar o evitar a través de algún proyecto”. La creación de este mercado se produce ante la necesidad de reducir las emisiones para cumplir con diferentes objetivos, así como también acelerar la transformación tecnológica a una economía baja en carbono.

Si bien el impuesto verde es un instrumento económico, asociado a las empresas, la existencia de este tiene impacto en la población, esto ya que al ir de la mano con un sistema de compensación, las empresas podrán tener un incentivo para desarrollar proyectos de mitigación que puedan tener beneficio en la población. “Por ejemplo reducir contaminación local, proponer proyectos con soluciones basadas en la naturaleza que además de generar una menor contaminación también conlleva un beneficio para la biodiversidad natural del país”, detalla Nataly Moyano.

Dentro de los aspectos positivos Javier Arriagada también destaca que actualmente son más las empresas que se interesan en ser parte de estos proyectos e ir preparándose paso a paso. También destaca que “también se está buscando que se transe en el mercado voluntario, buscar proyectos que aparte de reducir las emisiones de CO2, también tengan otros beneficios asociados, cosa de que también puedan haber beneficios sociales, beneficios ecosistémicos y poder agregar otras cosas por ejemplo a un proyecto de conservación”, en esto último pudiendo crear lazos con la comunidad y trabajar en conjunto.

En este marco de impuesto verde, mercados de carbono y el impacto climático es que ambos invitados aprovecharon la oportunidad para hablar sobre lo que está sucediendo con la COP27, destacando “el importante paso en la aprobación de un nuevo fondo de financiamiento de pérdidas y daños, que pretende ayudar a los países menos desarrollados por el impacto del cambio climático”, destaca Nataly Moyano.