Marcelo Loewe explica cómo ha cambiado el concepto y la estructura de los átomos

Tecnirama, la enciclopedia de la ciencia y la tecnología, fue el manual de estudio predilecto de Marcelo Loewe durante su infancia. Y esa afición por la física se materializó en el Liceo Manuel de Salas cuando tuvo clases con la profesora Adriana García. Allí, los protones y neutrones ya eran las partículas favoritas del científico nacional.

Aunque todo podría haber tomado otro rumbo, ya que Loewe era amante de la viola. Sus padres, ambos músicos selectos destacados, le ayudaron e inculcaron esa fascinación por la música. Y hubo un momento crucial en la vida donde debió decidir qué camino seguir. Y “afortunadamente”, como indica él mismo, se decidió por la física.

En conversación con Gabriel León, en Rockstars, de TXS Plus, el director de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la Universidad San Sebastián, explica sus estudios en Alemania, su trabajo junto a destacados maestros y cuánto ha cambiado la estructura de estudio de los átomos.

“Desde niño me interesó comprender al átomo, desde la física más clásica. En un comienzo se hablaba que el átomo era una pequeña bolsa, comprendida de neutrones y protones. Pero hoy, nos hemos dado cuenta de una gran cantidad de otras partículas existentes. Y es en eso donde sigo investigando y tratando de encontrar algunas respuestas”, señala Marcelo Loewe.

Ciencia experimental

Ya en la etapa universitaria, Loewe se dedicó a la investigación más que a la orientación más tecnológica. Siguió el modelo Glashow-Weinberg-Salam o electrodébil, que es una teoría física que unifica la interacción débil y el electromagnetismo, dos de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza.

“Lo más importante en ese momento fue entender la unificación de las interacciones fundamentales, y que existían interacciones débiles y fuertes. Al principio, me interesó mucho el lenguaje matemático, donde la exigencia era bastante alta. Me acerqué a la física desde una perspectiva más teórica y también experimental. Mi motivación consiste en mantener un contacto con el mundo real. Pero nunca he perdido la perspectiva de que la física es una ciencia experimental”, explica.

Otro de los temas importantes en la vida de Loewe es la cromodinámica cuántica, teoría de las interacciones fuertes que mantienen unidos los quarks dentro de los protones y neutrones, los constituyentes de la materia ordinaria. “Mi actividad en un 90% tiene que ver con la cromodinámica cuántica. Quise tratar de comprender por qué el núcleo se mantiene estable si hay protones que se repelen entre sí, que era una vieja pregunta que me hice leyendo la revista Tecnirama. Aunque no es tan claro que la podamos responder”, aclara.

Estructura del átomo

Tras salir de la universidad, Loewe se fue a realizar un doctorado en Hamburgo, Alemania. El científico nacional indicó que eligió esa ciudad porque en esos años era el centro de la física de altas energías. Allí, se encontró con centros de acelerador de electrones, donde se intensificó su campo de estudio de átomos.

“El concepto ha cambiado muchísimo. Para los griegos la explicación es más filosófica. El átomo es una incógnita. Su estructura no tiene símil en la física clásica. Con la aparición de los aceleradores, que son súper microscopios que permiten explorar la distancia pequeña de la materia, empezaron a aparecer muchas partículas, fuera del protón y el neutrón. Hay cerca de 260 partículas, que se llaman hadrones”, comenta.

Hoy en día, los dilemas de Marcelo Loewe pasan por describir la interacción entre los quarks que viven en los protones o hadrones. Pero, además, conocer de materia oscura. “Hoy no se sabe nada de materia oscura. Sólo sabemos de ello por la forma en que se mueven las estrellas en el universo. Eso es lo que estamos investigando ahora”, indica.