Gerard Olivar: “Estoy contento por hacer ciencia, docencia y vinculación con este territorio”

La región de Aysén es la tercera zona más grande de Chile, pero también uno de los lugares menos poblados. Está localizada en la zona sur del país, cerca de la Patagonia. Tiene solamente 108 mil habitantes y cuenta con una naturaleza privilegiada, prístina y aislada, donde se preservan muchos ecosistemas, tanto así que es considerada como un laboratorio natural. Gerard Olivar, docente de la Universidad de Aysén, relata su trabaja científico en la zona.

Para aprovechar esa rica naturaleza, en el año 2005 se creó el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), donde Olivar es su actual presidente. La idea del centro es aportar al desarrollo sustentable de la región, a través de la investigación científica de excelencia y pertinente a los intereses de la comunidad y de los sectores productivos. Hasta entonces en la zona se hacía ciencia, pero no había cómo traspasar ese conocimiento a la región y al territorio.

En busca de esa conexión, en el año 2015 se creó la Universidad de Aysén, dándole el sentido faltante de participación ciudadana. Gerard Olivar es doctor en Ciencias Matemáticas de la Universidad Politécnica de Cataluña y es especialista en gerencia estratégica de proyectos. “Tenemos muchos desafíos y retos, pero el más importante es cómo hacer ciencia y docencia desde una región tan lejana”, señala a Sello Región.

La función del docente y presidente de CIEP es preservar este patrimonio natural y seguir fomentando la cercanía con las instituciones y los entes políticos. “Es todo un reto ya que las condiciones climáticas o la falta de medios de movilidad interregionales nos hacen difícil la tarea. Pero trabajar con las montañas al fondo es un regalo. Estoy súper contento de poder hacer universidad y poder hacer ciencia, docencia y vinculación con este territorio”, indica Olivar.

Visibilidad internacional

Gerard Olivar indica que, junto al territorio de Magallanes y la Antártica, Aysé es considerado un laboratorio natural y que eso tiene grandes ventajas. La ANID fomentó la creación del nodo de ciencia austral y les ha otorgado las facilidades, en conjunto a la academia, para tener una clara hoja de ruta. “Diseñamos cómo nos gustaría desarrollar de manera sostenible este territorio, pero siempre privilegiando y conservando todo ese patrimonio natural”, comenta.

“La región de Aysén además es sede de comunidades de pueblos originarios, con las cuales tenemos que ponernos de acuerdo y estudiar de manera conjunta. Por ejemplo, más del 30% de nuestros estudiantes en la Universidad (de Aysén) provienen de pueblos originarios. Entonces, ese gran laboratorio natural es un patrimonio natural y social”.

Gerard Oliver, docente de la U. de Aysén.

Sobre el CIEP, Gerard Oliver comenta que lleva más de 18 años en la región con un foco especial en investigación, pero con muy pocos investigadores. Y, señala, que crece tanto en proyectos como en publicaciones internacionales, alianzas internacionales, etc. “La vinculación se está dando fuertemente en los últimos años. Entonces, hay muchos temas que se ha ocupado el CIEP como, por ejemplo, temas de río, de mar, de pesca, de acuicultura y de bosques, entre otros”, añade.

Finalmente, Gerard Olivar se refiere al proyecto en conjunto con otras entidades académicas sobre el sistema de alerta temprana para el manejo de sequías de la Patagonia chilena. “Es un proyecto bien difícil, pero hemos podido instalar algunos sensores en algunos ríos de la región y también estamos midiendo cuál es el nivel de los acuíferos. Lo malo que la sequía nos puede afectar y hay regiones, por ejemplo, donde si no se vigila el nivel de los acuíferos puede descender de manera alarmante. Por lo mismo, dispusimos sistemas de alertas tempranas para ir monitoreando eso”, explica.