Sebastián Hurtado: “EE.UU. diseñó una política exterior con intereses estratégicos en todo el mundo”
Hablar de Estados Unidos es referirse a la potencia mundial más grande del siglo XX. Tras las dos guerras mundiales que azotaron Europa, el país que logró mayores beneficios fue el gigante norteamericano. Y eso debido a muchas razones. Sebastián Hurtado, investigador del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián, entrega algunas respuestas para este hecho.
El académico es licenciado y magíster en historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile y doctor, en la misma materia, de la Universidad de Ohio en, precisamente, Estados Unidos. Y no realizó su doctorado en dicha institución por casualidad. Lo hizo porque su departamento de historia tiene un enfoque, comenta, preferente por el relato de las relaciones exteriores de Estados Unidos, que en ese momento era el tema que más le llamaba la atención, en particular en su relación con Chile.
Lo primero que destaca y lo que comenzó a estudiar es el nacimiento de Estados Unidos como una república y su pronta consolidación como una democracia, que es, explica, una especie de consolidación de un paradigma ideológico y cultural, con un sistema político exitoso, sin rupturas culturales. “En la medida en que se produce esa consolidación, Estados Unidos se convierte en algo así como una civilización. Y es, durante el siglo XX, la potencia de mayores proporciones en la historia de la humanidad”, indica Sebastián Hurtado a Rockstars.
Dice que Estados Unidos tiene una relativa inmunidad a las catástrofes, algo muy distinto a lo que sucedió en los países de Eurasia (Europa y Asia), en la época moderna. “(Estados Unidos) Es una civilización, entre otras cosas, de la productividad, y se han convertido en la economía más grande jamás conocida. Por un montón de causas específicas, han sido capaces de sostenerse. Además, es una potencia relativamente libre de amenazas directas, capaz de proyectar un poder hacia básicamente todo el mundo”, añade.
Relación política con Chile
Sebastián Hurtado realizó su tesis de doctorado en la relación de Estados Unidos con la política chilena, pero los años previos al gobierno de Salvador Allende. “Quería averiguar y saber más sobre la parte preliminar, o sea, no sobre lo que todos saben. Tras la Segunda Guerra Mundial y con la aparición de la Unión Soviética, Estados Unidos diseñó una política exterior basada en el principio estratégico de que sus intereses estén en todo el mundo”, explica.
Y gracias a ese plan, Estados Unidos tuvo un acercamiento tan trascendental con Chile. De hecho, esa investigación quedó plasmada en el libro The Gathering Storm: Eduardo Frei’s Revolution in Liberty and Chile’s Cold war, escrito por el propio Hurtado. En el texto, el académico, que es su tesis doctoral, habla sobre la relación entre EE.UU. y el gobierno de Eduardo Frei Montalva, que fue entre 1964 y 1970. “Hubo una afinidad muy cercana entre los gobiernos demócratas de Estados Unidos, Kennedy primero y Lyndon B. Johnson después, con la democracia cristiana chilena”, comenta.
Esa relación se fue enfriando, comenta el investigador, principalmente por la guerra de Vietnam y también porque el proyecto democrático cristiano en Chile perdió su inspiración original. Pero en lo fundamental, esa afinidad fue una marca de la política chilena en esa época. “Por una parte, el gobierno democrático cristiano se inserta dentro de un mundo ideológico internacional, que es el mundo del capitalismo desarrollista y neoliberal de la década siguiente. Pero también, esto fue una inserción de Estados Unidos en la política chilena que contribuyó a su polarización”, señala.
Finalmente, Sebastián Hurtado comenta que una de las ventajas más significativas que tiene la investigación en relatos estadounidenses es la relativa apertura de documentos, a la tendencia hacia la desclasificación. “Creo que es muy poco lo que queda por saber, en términos de detalle específico, respecto de la política exterior estadounidense hacia Chile, sobre todo en los años sesenta y setenta. Y esto es el resultado de una cuestión cultural, ya que Estados Unidos es una civilización abierta, una sociedad donde la información es un derecho para todos quienes quieran acceder a ella”, fundamenta.