Carlos Saavedra comenta su experiencia académica y habla sobre la realidad cuántica en Chile
El último capítulo de la primera temporada de Let’s get physical tuvo como invitado a Carlos Saavedra, físico de la Pontifica Universidad Católica y actual rector de la Universidad de Concepción. En el episodio, el académico repasó su experiencia y también comentó los avances que ha tenido el desarrollo de la física y la óptica cuántica en Chile.
Saavedra fue parte de un grupo de investigadores que iniciaron la física experimental en el país en el año 2006. Ese hecho ha dado grandes frutos para el desarrollo y avance de los laboratorios de física en Chile, pero también de la información cuántica en general. “El acercamiento a la mecánica cuántica, más que con los cursos formales, tiene que ver con el encuentro con un libro de Mecánica Cuántica y Biofísica. Allí encontré la posibilidad de relacionar procesos biológicos con mecánica cuántica y la posibilidad, incipiente, de hacer interdisciplina”, cuenta el rector.
En sus estudios posteriores, Carlos Saavedra estudió acerca de la generación de números aleatorios para modelar estas teorías en la red. Después, en el posgrado, inicialmente se acercó a la física de sólidos, estudiando fractales y aplicaciones. “Más adelante, con el profesor Miguel Orszag, comencé a trabajar en aplicaciones bien diferentes, que era daño selectivo en láseres. Y, después, se consolidó esta idea de estudiar en óptica cuántica, en particular, en reducción de ruido cuántico y otros problemas fundamentales”, añade.
El rector de la Universidad de Concepción recuerda con mucho afecto el trabajo con Miguel Orszag a comienzos del año 2000, principalmente reunidos en el desarrollo de las primeras conferencias de la materia en el país. “La experiencia vital con Miguel fue la internacionalización. En la (Universidad) Católica tuvimos la oportunidad de conocer a Marlene Scully, Janos Bergou y Luiz Davidovich, entre otros. Gracias a eso me fui a estudiar a Auckland, en Nueva Zelandia, para estudiar la interacción entre sistemas cuánticos abiertos”, señala.
Realidad cuántica en Chile
Carlos Saavedra dice que “el cariño y la pasión por lo que uno hace en investigación es determinante”. Se siente un privilegiado por haber desarrollado investigación en física. “O sea, es la posibilidad de poder desarrollar las actividades que uno quiere en determinados momentos de la vida. Es fantástico además poder contribuir al desarrollo y crecimiento de otras personas, de crear humanos más constructivos”, indica.
Sobre el crecimiento o diversificación de los estudios de mecánica cuántica en Chile, Saavedra destaca el gran avance en los últimos años. “Chile se ha ido diversificando en el tema de mecánica cuántica. Por un lado se estudia a través de las aplicaciones en física de estado sólido. Hay algunos proyectos que comienzan asociados a la iniciativa Milenio, que pudimos liderar allí con Juan Carlos Retamal, para incorporar mayores capacidades experimentales, por ejemplo, con átomos fríos”, explica.
Por lo mismo, más adelante, se desarrolló en la Universidad de Santiago la posibilidad de crear un laboratorio de cuántica de aspectos fundamentales y, para el académico, fue clave la experiencia en la Universidad de Innsbruck, ya que allí se encontraron con científicos que lideraban el Instituto de Física Teórica, como Anton Zeilinger. “Allí aprendimos mucho sobre la idea de trabajar con iones atrapados, con átomos fríos y con el uso de fotones gemelos. De hecho, estábamos allí cuando ocurrió el primer experimento de teletransportación cuántica”, especifica.
De hecho, Zeilinger ganó el Nobel de Física de 2022 por allanar el camino hacia los ordenadores cuánticos, exponencialmente más rápidos y seguros.
Finalmente, Carlos Saavedra destaca la colaboración permanente con investigadores de Brasil como Sebastião Pádua, quien después fue profesor en la Universidad de Concepción. “Sin el apoyo de él, nos habríamos demorado mucho más en la parte experimenta. Recuerdo conversaciones con Vanderlei Bagnato sobre condensados de cesio, que eran tremendamente difíciles. Entonces, la idea es seguir subiendo estadios de desarrollo de la actividad científica en Chile. Y esa esa comunidad extendida local e internacional va a permitir garantizar que los laboratorios consoliden su estructura en el largo plazo”, concluye.