Para la UNESCO, la Ciencia Abierta es un esfuerzo colaborativo que busca descubrir fenómenos científicos con transparencia, intercambio y cooperación. Es decir, busca la democratización del conocimiento, para que la sociedad aprenda y se nutra de aquello. La periodista Natalia Bastidas y el bibliotecario documentalista Fabian Gallardo, invitan a ser parte del nuevo programa de TXS Plus.

Cada semana (lunes, a partir de las 11:30 horas), la dupla de conductores hablará de las implicancias de este movimiento, su importancia en las agendas de los países, cómo impacta, y cómo está siendo la transición entre una ciencia tradicional y otra menos cerrada.

Natalia Bastidas es especialista en periodismo de ciencias y actualmente está cursando un magíster en Gestión Estratégica de la Comunicación. Por su parte, Fabián Gallardo es bibliotecario documentalista y cuenta con un y magíster en Educación Superior de la Universidad de Madrid. Además, trabaja en Ciencia Abierta en la U. de la Frontera y participa de la Red Nacional de Ciencia Abierta.

La Ciencia Abierta tiene un tremendo impacto en la democratización del conocimiento. “En términos generales, este concepto es un movimiento que busca que el conocimiento científico sea accesible, colaborativo y transparente. Es un constructo que persigue el acceso abierto de datos para la investigación o información general para la ciudadanía”, comentaron los conductores.

Diversas rutas

Los profesionales señalaron que la Ciencia Abierta aun es un ecosistema incipiente en Chile, pero que, a nivel latinoamericano, sí hay mucho avance. “Lo que buscamos es que la ciencia empiece a ayudar, a través de procesos científicos, a la comunidad y la sociedad. Por ejemplo, el acceso a publicaciones o resultados de investigación”, indicaron.

Los especialistas añadieron que mucha gente confunde a la Ciencia Abierta con estamentos como la vinculación con el medio o con actividades de difusión académica. “La Ciencia Abierta va a integrar en todo el proceso, por ejemplo, plantear hipótesis, hacer preguntas de investigación y, finalmente, generar que las personas se interioricen con el proceso científico. La OCDE la define como hacer accesible los resultados de investigación que han sido financiados con fondos públicos”, agregaron.

Además, en la Ciencia Abierta puede haber infraestructuras abiertas, virtuales o físicas. Es decir, permite a las personas acceder de manera libre a una ‘infraestructura’ para poder generar y empezar a desarrollar también su propia ciencia. “Nos hemos encontrado con miles de repositorios, por ejemplo, en la UFRO o la ANID, que busca preservar la producción científica académica, sin barreras de pago”, explicaron.

Finalmente, Natalia Bastidas y Fabián Gallardo indicaron que, dentro de los principios y valores de la Ciencia Abierta, es que esté siempre dispuesta a la crítica, la retroalimentación y la colaboración entre pares. “Es una tendencia que se da en distintas partes del mundo. Por ejemplo, en Europa, desde 2016, se habla del Movimiento de Acceso Abierto, como el programa Horizonte 2020. En algunos países ha tomado un tema legal, de priorizar el acceso a información y valorar la participación de la comunidad dentro de los procesos”, explicaron.