Durante algunos años, el debate energético en Chile se ha centrado en la transición hacia fuentes renovables. Sin embargo, hay una verdad fundamental: la energía más limpia y barata es la que no necesitamos generar. Mónica Gazmuri, directora ejecutiva de ANESCO Chile, indicó cómo se está trabajando -a nivel estatal, privado y domiciliario- para cumplir las metas al año 2050.

Por ejemplo, la Agencia Internacional de Energía estima que el 40% de las reducciones necesarias para alcanzar la carbono-neutralidad al 2050, dependerán de medidas de eficiencia energética (EE). Es decir, desde la digitalización de procesos, hasta el uso de la IA. Por lo mismo, ANESCO (Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos) promueve la creación de mesas de trabajo público-privada para fomentar el modelo ESCO.

Mónica Gazmuri sostiene que la EE es ocupar menos energía para un proceso de un servicio. Y esto tiene directa relación con un factor económico. “En definitiva, afecta en cómo nos alimentamos, cómo nos transportamos, o si sentimos confort en nuestras casas. Y, básicamente, esto se relaciona también con el precio, debido a las alzas en la tarifa eléctrica”, indicó a Hágase la luz.

La experta sostuvo que, en los hogares, el 78% del consumo de energía es térmico; y solo un 24% es eléctrico, por lo tanto, todas las energías que se usen se traducen en cuentas más costosas. “Con la EE no solamente tienes un ahorro económico, sino que también ayudas a mejorar el medio ambiente. En palabras simples, cuando tú ocupas bien la energía, lo justo; también contaminas menos”, afirmó.

Desafíos y modelo ESCO

Mónica Gazmuri se refirió además al modelo ESCO, que es un tipo de financiamiento de primera inversión. “Puesto de otra manera, los proyectos ESCO – donde hay un alto consumo (generalmente una industria que gasta 60 mil dólares al año)- puede subvencionarse pagando módicas cuotas. También, se puede negociar el tiempo de devolución de esta inversión. Es un modelo que evalúa oportunidades de mejora y logra un ahorro en un periodo de tiempo razonable”, explicó.

En muchas ocasiones, agregó, este modelo se usa principalmente en hoteles, clínicas e incluso en industrias agroindustriales. “Es posible hacer mejoras en procesos de edificación, pero que también van acompañadas por autoconsumo y por payback rápidos. Entonces, en definitiva, el modelo ESCO es una herramienta que posibilita el mejoramiento y la actualización de una estructura, edificio o industria”, añadió.

Gazmuri señaló que la EE es un eje transformador para mejorar la calidad de vida de las personas, pero también hará que Chile sea realmente un país sustentable. “La EE va a posibilitar la carbono-neutralidad, la transición energética y la actualización de un montón de estructuras. Pero también de este término que venimos acuñando: el retrofit (modernización)”, ejemplificó.

Finalmente, la directora ejecutiva de ANESCO Chile mencionó el cambio -de carbón a gas- en el Hospital de Valdivia y cómo Chile se comportará tras la promulgación de la Ley de Eficiencia Energética. “Por ejemplo, a partir de este año va a ser obligación la calificación energética de los edificios. Y se están completando los grupos de empresa que tienen que informar respecto a sus consumos. Hoy tenemos un mayor esfuerzo en términos de cómo llegar a la ciudadanía y mostrar con cosas concretas cómo se puede hacer EE”, finalizó.