Sebastián Niklitschek, doctor en matemáticas aplicadas y académico de la Universidad de Concepción, busca mediante su trabajo dar respuestas aplicadas a problemáticas de diferentes industrias a través del uso de tecnologías. Sus aportes han sido realizados en temas tan diversos como salud, biología marina o transporte. 

Es ingeniero civil matemático de la Universidad de Concepción, doctor en matemáticas aplicadas de inria Sophia-Antipolis en Francia y, además, triatleta, ganador de certámenes a nivel internacional. Como investigador, Sebastián Niklitschek, se propone traspasar sus conocimientos a la aplicación. Ha participado exitosamente, por ejemplo, en el diseño de un sistema que permite detectar el covid-19 mediante radiografías de tórax y como director de inteligencia artificial de Acústica Marina.

En vista de la crisis sanitaria, participó junto a un equipo de investigadores, que creó una forma de determinar si una persona estaba enferma por coronavirus, analizando las imágenes radiológicas con inteligencia artificial. Sobre esta aplicación, Niklitschek destacó en Jóvenes Estrellas el gran trabajo que existe detrás. “Siempre el problema en inteligencia artificial son los datos, y se armó una colaboración internacional gigantesca para conseguir datos de todo el mundo. Se revisaron por personal médico que estuvo sumado al proyecto y después de que desarrollamos todas las herramientas, estas se implementaron y se disponibilizaron para la población de manera gratuita”, comentó. En la misma línea, también han trabajado en la detección de infartos. 

Para el docente, eso “nos provee desde la universidad con un camino para traspasar y transformar a tecnología cosas que estamos haciendo en lo científico”. Él se ha dado cuenta del gran impacto que pueden tener estas soluciones. “Cuando se salvó la primera persona, porque con una de las aplicaciones de detección de infartos y lo pudieron operar, dije ‘ya, no voy a parar en esto’”, añadió el ingeniero civil matemático. 

Sebastián Niklitschek también forma parte del equipo de Acústica Marina, iniciativa premiada en el Desafío Avante 2020. Se trata de un un sistema de detección temprana de actividades ilícitas a través de la hidroacústica, que también tiene otros usos, como la conservación marina. “Salió la idea de la posibilidad de incorporar inteligencia artificial para poder hacer que el dispositivo sea más inteligente y efectivamente, hemos podido avanzar un montón”, señaló su director de IA en Jóvenes Estrellas, quien sigue trabajando por encontrar soluciones aplicadas desde el mundo académico.