Investigadora de U. San Sebastián explica las consecuencias del colesterol alto en embarazadas

En el programa TXS Health, la periodista Carol Schoihet entrevistó a Andrea Leiva, docente investigadora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Sebastián con quien abordó cómo afecta el colesterol alto el desarrollo de un bebé en gestación y luego durante su infancia y adolescencia.

Según diversas investigaciones, un colesterol alto en mujeres embarazadas altera la función de la vasculatura de la placenta y también el aparato vascular del bebé, predisponiéndolo a desarrollar enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en el mundo.

La doctora Andrea Leiva, lleva 10 años investigando sobre este tema y entre las líneas de trabajo que ha desarrollado están los niveles altos de colesterol, los que antes no se incluían en los exámenes de rutina en las embarazadas; precisamente porque en la gestación se disparan. Sin embargo, la especialista se preguntó si era o no normal. “Nos dimos cuenta, a través de trabajos antiguos, que aquellas mujeres que presentaban niveles altos, sus guagüitas tenían problemas”, señaló.

Pero estos estudios no respondían dudas de cómo empezaban y cuáles eran las razones. Fue así, como iniciaron las investigaciones en 3 etapas. La primera fue estudiar la placenta, la segunda; qué marcadores había en la sangre de los recién nacidos y la tercera (la actual) monitorear a niños de 8 años que se gestaron en estas condiciones.

Debido al estallido social y a la pandemia, este seguimiento se ha retrasado. “Lo tenemos planificado para partir ahora. Lamentablemente de los niños aún no sabemos nada”, aclaró Andrea Leiva quien señaló que en el caso de los lactantes han podido medir muchos factores; los que “aparecen todos alterados”.

Agregó que esos índices negativos afectan a sus vasos sanguíneos y a medida que pasa el tiempo se suman a hábitos de vida, de nutrición, porcentaje que por lo general arroja obesidad. “Nos da un escenario que no es bueno. Es la parte mala; sin embargo, el aspecto positivo es que el 30 % de las embarazadas que presenta esta condición no lo saben y gracias a esto podrían llegar a medirse”, dijo la especialista.

La académica investigadora de la U. San Sebastián señaló que el tratamiento inicial para las personas con colesterol elevado es la dieta y de no funcionar se puede recetar estatina, un medicamento usado para controlar los niveles altos. Sin embargo – Leiva aclaró – que en el embarazo no se puede suministrar.

“La guagüita que está creciendo necesita mucho colesterol para poder formarse y la estatina bloquearía su crecimiento normal.  No existe ningún estudio que avale que su uso es seguro durante el embarazo”, afirmó la experta.

Finalmente, Leiva reconoció que en esta área existen pocas publicaciones por lo que estima que lo que se debe seguir estudiando debe ser “infinito”.