Mauricio Isaacs, Director del Instituto Milenio de Amoniaco Verde como Vector Energético (MIGA) habla sobre el potencial de este material como un combustible

En este último programa de mayo de Rockstars, el conductor Gabriel León tuvo como invitado a Mauricio Isaacs, Doctor en Química de la Universidad de Santiago de Chile y Director del Instituto Miga, Instituto Milenio de Amoníaco Verde como vector energético, centro de origen nacional y que se transformó en pionero dentro de la región en el estudio de dicho compuesto.

Hace un poco más de una semana que el Instituto Miga fue lanzado oficialmente, esto después de un año de trabajo para conseguir la adjudicación del proyecto cuya misión es tratar de hacer un cambio fundamental “desde este Haber – Bosch que es térmico a un proceso de producción de amoníaco que sea electroquímico. Hay un intermedio, que es producir hidrógeno verde y con ese hidrógeno verde producir amoníaco y eso es lo que el mainstream llama amoníaco verde” explica Mauricio Isaacs, añadiendo que el objetivo es producir amoníaco combinando agua, nitrógeno y sol en un medio electroquímico.

La producción de amoníaco de una manera más sustentable cobra relevancia ya que este material es uno de los insumos principales para los fertilizantes, así como también se podría usar como combustible. “El amoníaco se puede quemar en conjunto con hidrógeno, cuando digo quemar estoy hablando de un motor, una turbina o motor de combustión interna. Entonces se puede combustionar en conjunto con hidrógeno, en conjunto con diésel, kerosene o algún otro tipo de hidrocarburo”, razón por lo que se puede utilizar como combustible.

Otro de los focos de trabajo es el impacto social que tiene la producción de amoníaco verde, sobre esto Mauricio Isaacs señala que existe un grupo a cargo de diseñar la “economía del amoníaco”, “porque claro, el tema de la economía del hidrógeno viene como del año 70’, la inventaron unos electroquímicos que trabajaban en General Motors. Lo que nosotros estamos instalando en esta última línea de investigación, es qué pasa si el amoníaco es el combustible del futuro, ese es como nuestro proyecto, por lo tanto, tenemos que impactar desde la ciencia básica hasta la economía”. Para lograr esto también es necesario capacitar a estudiantes, a los tomadores de decisiones y población en general.

Para lograr esto último es que desde el Instituto tienen la misión de poder comunicar al medio sobre el trabajo que están haciendo. “Ese es como el proyecto en general, como nosotros esperamos impactar, o sea si nosotros logramos sacar dispositivos a partir de ciencia básica. Lo que yo te cuento, las primeras dos líneas están en conceptos y artículos científicos, por lo que la lucha es dura, porque no somos nosotros los únicos, hay gente en Australia, Francia, esto es una carrera”, detalla Mauricio Isaacs.

El desafío a futuro de este nuevo proyecto consiste en primer lugar demostrar que funciona, encontrar los materiales necesarios para esto y posteriormente poder cambiar los insumos por energías renovables, o en una última instancia el desalar agua. “También se puede hacer, es tanto lo que hay. Yo la verdad soy bien apasionado de la electroquímica, pero hay sistemas en los que tú puedes desalar agua y generar energía, pero el mainstream anda siempre con la osmosis inversa, qué hacemos con la sal. A lo mejor claro, es culpa de uno que tampoco puede difundir o no encuentra los canales para hacerlo, pero sí es posible desalar agua generando energía eléctrica”.

En el futuro de este proyecto uno de los hitos más próximos y realizables es la combustión de amoniaco, específicamente la combustión dual, luego directa en motores de combustión, en turbinas, siendo finalmente el gran anhelo poder implementar esto en barcos. “Como el amoniaco aún no se conoce como combustible, no hay normas, para tenerlo en las ciudades es un problema, entonces adentro de un barco nadie te prohíbe tener nada. Ese va a ser el primer gran desafío demostrativo”