Experta del INIA trabaja por una alimentación saludable en base a antocianina y betanina
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), con casi 60 años de existencia, es una institución de investigación y desarrollo e innovación (I+D+i), vinculada al Ministerio de Agricultura, líder en el desarrollo agroalimentario sostenible. Su misión es crear valor y proponer soluciones tecnológicas en beneficio de los agricultores y la sociedad en general.
En conversación con Andrea Obaid, del programa TXS Health; Cristina Vergara, subdirectora regional de Investigación y Desarrollo del INIA, La Platina, se refiere sobre la alimentación del futuro y como están trabajando para el desarrollo de alimentos en base a aminoácidos, antocianinas y betanina.
Hasta hace algunos años el promedio de vida de las personas llegaba a los 60 años. Hoy en día, la cifra, en algunos casos, puede ser de 80 a 85 años. Y una de las razones de esta longevidad tienen que ver con el mejoramiento en la alimentación de las personas, lo que conlleva a un envejecimiento saludable y próspero.
“En el INIA contamos con 10 centros regionales, dedicados a la investigación agropecuaria. Y dependiendo de la zona del país, tenemos una especialidad distinta. Por ejemplo, si estamos en el sur, vamos a tener una especialidad más bien pecuaria; y si estamos en el norte, vamos a tener alimentos, por ejemplo, como el aceite de oliva. Yo que me encuentro en la región central, donde desarrollamos ingredientes saludables a través de nuevas materias primas”, explica la experta.
Sobre cómo se alimentan los chilenos, Cristina Vergara indica que esto varía según los grupos de personas. Señala que hay tendencias, como los veganos, que son sumamente estudiosos y dedicados. Ellos saben qué comer y cómo suplementarse. Por otra parte, hay un gran número de la población que sufre enfermedades crónicas y que buscan reducir su consumo de sal, grasas, etc.
“Sin embargo, hay otra gran cantidad de personas que no sigue ninguna tendencia, sino que más bien come lo que tiene a disposición. No tiene una dieta establecida ni un menú semanal. Se alimenta de lo que encuentra en el diario vivir. Y a veces eso no es tan balanceado”, señala.
Alimentos del futuro
Hace alrededor de 10 años que se creó un programa de alimentos en el INIA, que hoy se llama Alimentos del Futuro, con el sentido de producir variedades o materias primas con un mejor destino. “Allí, buscamos proteínas y vegetales, por ejemplo, que sean balanceadas dado su cantidad de aminoácidos y que tengan ingredientes que reemplacen a los alimentos sintéticos. Por ejemplo, que tengan colorantes amarillos o rojo”, señala la experta.
Si bien, la naturaleza está llena de colores, Cristina Vergara indica que, si bien no es difícil encontrarlos, lo complejo es estabilizarlos para que sean estables en el tiempo, ya que a veces no resisten a la luz o a las temperaturas y pierden su condición. “Por lo tanto, el primer paso es encontrar la materia prima. Por ejemplo, la betanina, que es el color rojo de la betarraga, es soluble en agua, pero no en aceite. Pasa lo mismo con las antocianinas, que están en todos los berries”, indica.
Cristina Vergara expresa que los colorantes o los pigmentos naturales se deben estabilizar y que para ello hay varias estrategias con las que el INIA está trabajando. “Por ejemplo, uno puede concentrarlos para que sean menos sensibles. O también existen tecnologías como la microencapsulación. También, hay versiones en polvo, emulsiones o dispersables, donde se puede entregar estabilidad frente a condiciones ambientales”, agrega.
Por otra parte, la subdirectora del INIA cuenta que están trabajando en un programa donde lanzarán la primera variedad de arroz negro chileno, relacionado con capas y antioxidantes. “Todo lo que hemos mencionado mejora el envejecimiento saludable. Siempre digo que cada plato debe tener cinco tipos de colores. Con lo que estamos haciendo, vamos a tener fuentes de antioxidantes. Y mientras más antioxidantes naturales consumimos, ayudamos a contrarrestar un poco el proceso de la vejez”, resalta.