Académica Diana Echeverry trabaja con biotecnología la conservación de especies silvestres

Las enfermedades zoonóticas son las que se transmiten entre animales y seres humanos. Estos males pueden ser provocados por virus, bacterias, parásitos u hongos. La doctora Diana Echeverry, académica de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la U. San Sebastian, sede Concepción, trabaja en el diagnóstico, detección y trazabilidad de estas.

La profesional es médico-veterinaria de la Universidad de Antioquia (Colombia) y además doctora en Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción. “Cuando entré al pregrado me di cuenta que había un mundo de posibilidades para desarrollar y fue eso lo que me llevó a trabajar en el área de la investigación. En la Universidad aprendí a identificar proteínas priónicas y además trabajé con el west nile, que es un virus que ataca a equinos”, cuenta a Rockstars.

Tras trabajar en investigaciones de leptospirosis, arenavirus y antavirus en roedores silvestres, en su natal Colombia, decidió postular a un doctorado en nuestro país. En el año 2011 hizo una pasantía en el Laboratorio de Inmunología Molecular de la Universidad de Concepción y quedó encantada con el lugar. “Quería seguir la parte de biotecnología. Tuve la oportunidad de conocer al doctor Fidel Castro y a muchos otros profesores que influyeron positivamente en mi carrera”, añade Diana Echeverry.

En la UDEC, junto a doctor Castro, la médico-veterinaria comenzó a trabajar con felinos. Le fueron dando sugerencias de temas y fue madurando la idea de trabajar con células madres aisladas de felinos silvestres. “Tuve la oportunidad de ir aislando esas células madres mesenquimales, desde animales silvestres como domésticos. Y tuve la suerte de que llegó una güiña al laboratorio y pude tomar un pedacito de tejido adiposo. También, trabajamos con células de gato colocolo. A partir de una célula de piel, la idea era poder convertirla en una célula madre”, sostiene la académica de la USS.

Diana Echeverry y las enfermedades zoonóticas

Tras egresar del doctorado a Diana Echeverry le ofrecieron seguir trabajando inmediatamente. Por lo mismo, comenzó a hacerlo en el Laboratorio de Vida Silvestre de la UDEC junto a la doctora Paula Aravena. Con ella, aprendió un enfoque mucho más ecológico sobre de la conservación. Fue al desierto de Atacama para estudiar la gaviota garuma o gaviota gris. “Vi aspectos como el sexado de aves, ya que no podíamos identificar si eran machos o hembras”, explica.

Tras eso, postulo a la Universidad de San Sebastián donde se estaba conformando un grupo de investigación. “Cuando llegué, la principal línea de desarrollo eran las enfermedades zoonóticas, que potencialmente podían ser transmitidas desde la fauna silvestre hacia los humanos. Y ahí conocí a la doctora Carla Pozo, que actualmente está trabajando con microplásticos en especies silvestres, sobre todo de aves que ingresaban al Centro de Rehabilitación”, cuenta.

Por último, tras un estudio, descubrieron microfibras en gaviotas y pingüinos, que añadieron a la investigación inicial. “Empezamos a trabajar con el diagnóstico, a partir de PCR, de algunos patógenos. Ya estamos trabajando con micoplasma, que hemos encontrado en algunos tejidos de lobos marinos. Se han integrado nuevos investigadores, que también tienen una formación biotecnológica. La idea es poder continuar con la línea de biotecnología para la conservación de especies”, enfatiza.