Eclipse solar anular: Astrónoma y coordinadora de ALMA vivieron el fenómeno en Rapa Nui

El pasado 2 de octubre, al sur de Argentina y Chile, y además en la isla de Rapa Nui, fueron testigos de un espectacular eclipse solar anular que capturó la atención de observadores de todo el mundo. Por más de tres horas, la Luna se interpuso entre la Tierra y el Sol, dejando un visible ‘anillo de fuego”, el cual maravilló a personas de todas las edades.

Priscilla Nowajewski-Barra, astrónoma y climatóloga; y Ann Edmunds, coordinadora de la Oficina del director y asistente del Departamento de Operaciones Científicas, ambas de ALMA, viajaron a la isla, ubicada a casi 3.800 kilómetros del territorio continental. Las profesionales viajaron para ver desde cerca el fenómeno, pero además para motivar y enseñar a los más pequeños sobre este evento.

Para Edmunds, oriunda de la Isla de Pascua, fue una experiencia muy emotiva y significativa. La coordinadora del moderno radiotelescopio también había estado en 2010 en dicho lugar para presenciar el imponente eclipse total. “En esa oportunidad me di cuenta de que no había mucha información al respecto. Entonces, me quedó dando vuelta y como sabía que el eclipse de este año no era total, la comunidad -en especial los niños- no iban a estar muy informada”, explicó a Café Plus.

Por lo mismo, como una iniciativa personal, Ann Edmunds se apoyó de dos grandes astrónomos del centro, José Gallardo y Priscilla Nowajewski-Barra, para viajar a su isla y cumplir su misión educativa. “Hicimos charlas previas al inicio del eclipse. La idea fue informar en forma muy didáctica, con palabras no muy técnicas, sobre qué es lo que iba a pasar. Además, fuimos súper majaderos con el uso de los lentes, sobre todo en los niños”, añadió.

Cambios en la naturaleza

Priscilla Nowajewski-Barra no dudó un segundo cuando fue consultada por la factibilidad de viajar a Rapa Nui, para presenciar este eclipse solar anular. “Fue como un cambio de vida, ya que la gente de la isla es súper amable y además ellos tienen una conexión con la naturaleza muy distinta a la que tenemos nosotros acá”, indicó.

Además, añadió, ya que tiene esa dualidad entre la astronomía y la climatología, le permitió hacer una conexión más ambiental. “No solamente estaba el hecho que la Luna iba a tapar al Sol, sino que también se iban a producir cambios en el ambiente, en los animales, en la temperatura y en la velocidad del viento”, explicó la astrónoma de ALMA.

Priscilla Nowajewski-Barra estuvo en contacto con la comunidad indígena de Ma’u Henua, quienes le comentaron que, en el anterior eclipse, por ejemplo, los peces se comportaron de una forma extraña y los pájaros se fueron a dormir más temprano.

Finalmente, Ann Edmunds comentó que visitaron cuatro colegios de la zona, donde dividieron las charlas entre enseñanza básica y media. “Les explicamos lo que iba a suceder con el eclipse y también los cuidados que había que tener. La idea era experimentar con ellos el evento. Además, entregamos material educativo de ALMA a los respectivos directores. Pero también, efectuamos charlas con la gente local, donde hubo muchos turista”, sentenció.