Descubren circuitos neuronales que subyacen a la incertidumbre

Los investigadores han identificado áreas y células específicas en el cerebro que se activan cuando un individuo se enfrenta a la elección de aprender u ocultarse de la información sobre un evento agresivo no deseado que el individuo no puede prevenir. La corteza cingulada anterior y la corteza prefrontal ventrolateral integran los circuitos neuronales que actúan en estos procesos de incertidumbre.

El término “doomscrolling” describe el acto de desplazarse interminablemente a través de malas noticias en las redes sociales, un hábito que parece haberse vuelto común durante la pandemia de covid-19. La biología de nuestro cerebro puede jugar un papel en eso, de acuerdo a científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.

“Los cerebros de las personas no están bien equipados para lidiar con la era de la información”, dijo el autor principal Ilya Monosov, profesor asociado de neurociencia, neurocirugía e ingeniería biomédica.

Para encontrar los circuitos neuronales involucrados en decidir si buscar información sobre posibilidades no deseadas, los autores enseñaron a dos monos a reconocer cuándo algo desagradable podría estar en camino. Entrenaron a los monos para que reconocieran los símbolos y señales que indicaban que podrían estar a punto de recibir una irritante bocanada de aire en la cara.

Los investigadores midieron si los animales querían saber lo que iba a suceder si buscaban la segunda señal o si desviaban la mirada o, en experimentos separados, dejando que los monos eligieran entre diferentes símbolos y sus resultados. Al igual que las personas, los dos monos tenían diferentes actitudes hacia las malas noticias: uno quería saber y el otro prefirió no hacerlo. La diferencia en sus actitudes hacia las malas noticias fue sorprendente porque tenían la misma opinión cuando se trataba de buenas noticias.

Al medir con precisión la actividad neuronal en el cerebro mientras los monos se enfrentaban a estas opciones, los neurocientíficos identificaron un área del cerebro, la corteza cingulada anterior, que codifica información sobre las actitudes hacia las buenas y malas posibilidades por separado. Encontraron una segunda área del cerebro, la corteza prefrontal ventrolateral, que contiene células individuales cuya actividad refleja las actitudes generales de los monos. Esta contiene una población de neuronas que integran actitudes hacia la información de recompensa y castigo, para codificar la preferencia general por la información de una manera bivalente.

Comprender los circuitos neuronales que subyacen a la incertidumbre es un paso hacia mejores terapias para las personas con afecciones como la ansiedad y el trastorno obsesivo-compulsivo, que implican una incapacidad para tolerar la incertidumbre.

Lee la noticia original en “Study finds brain areas involved in seeking information about bad possibilities” de Science Daily.

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