Dra. Valentina Echeverría explica el uso de la cotinina en tratamientos para el Alzheimer y depresión por estrés postraumático

En el programa Rockstar, conducido por Gabriel León, estuvo la doctora e investigadora de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián en Concepción, Valentina Echeverría, quien entregó detalles sobre los avances en la utilización de cotinina, una molécula que es compuesto de la nicotina.

La Doctora Valentina Echeverría relató que el camino para descubrir los diferentes usos de la cotinina en el cerebro humano comenzó mientras estaba trabajando en el Hospital de Veteranos de Tampa en Florida, donde presenció una serie de casos de personas con estrés postraumático. “Entre un 10% y 40% de los pacientes, el estrés postraumático genera huellas que se llevan por el resto de la vida, es como vivir en el infierno. A raíz de eso, me aboqué en tratar de aplicar mis conocimientos en buscar soluciones”, relató.

Así fue como Valentina Echeverría descubrió que había una serie de estudios de los efectos del tabaco en el cerebro, especialmente de ciertos componentes como la nicotina, por lo que decidió enmarcar su investigación en esta línea. “La cotinina es la molécula en la que se transforma la nicotina una vez está en el cuerpo y permanece por 24 horas en este. Hice un cultivo in vitro de neuronas, les puse cotinina y vi que no se morían, ahí descubrí que la cotinina servía para tratar el Alzheimer y una posible cura”, detalló.

Lamentablemente una crisis económica y la falta de fondos provocaron que la Doctora Echeverría no pudiera continuar con esta línea de investigación en Estados Unidos, pero tuvo la oportunidad de presentar su proyecto en Chile; donde ganó el financiamiento que necesitaba. Acá continuó en la línea de ocupar la cotinina para el estrés postraumático, descubriendo que también servía.

Pero también decidió agregar un segundo ingrediente a la cotinina, aprovechando los recursos naturales del sur del país y así fue como optó por el krill, el cual se exporta para fabricar aceites. “No creo en las drogas mágicas, pero decidí ver si el efecto de la cotinina se podía potenciar con otros compuestos que estén presentes en nuestro país, y ahí empezamos a estudiar la cotinina más krill oil intranasal”, explicó Echeverría.

La idea de que fuera intranasal tiene que ver con la emergencia de su uso, la mayoría de los antidepresivos -indicó- demoran aproximadamente un mes en hacer efecto, pero hay casos donde se necesita que funcionen en el menor tiempo posible. “Empezamos a probar cotinina con krill oil intranasal, porque ahora está el mundo de las nanopartículas, las formulaciones con lípidos y hay una vía, una sal que va directo al cerebro sin actuar en el resto del organismo”, aclaró la especialista.

Echeverría especificó que: “el krill además de estar compuesta por astaxantina y Omega 3, que tienen efectos positivos en el cerebro, iban a servir como un reservorio lipídico, que iban a permitir una mejor llegada de la cotinina al cerebro”.

Gracias a esta investigación y la publicación de un paper detallando los procedimientos es que la Doctora Valentina Echeverría junto a su equipo pudo conseguir la primera patente. “Del uso de una formulación de cotinina para la depresión, resistente a antidepresivos para estrés postraumáticos”, subrayó.