Mejorar la industria local es uno de los desafíos en acuerdo bilateral de Chile y CERN

La Organización Europea para la Investigación Nuclear, más conocido como CERN, cuya ubicación se encuentra en Suiza, cuenta con una serie de aceleradores de partículas, donde destacaba el gran colisionador de electrones y positrones. Es una entidad que genera vínculos y trabaja con gobiernos, agencias de financiamiento y universidades. Y Chile busca ser parte de ese selecto grupo de colaboración.

Este 2023 ha sido bastante fructífero para nuestro país en materia de negociación para ser parte del CERN. La primera conversación ocurrió en febrero de este año a través de una entrevista virtual. En abril, la ministra de Ciencias, Aysén Etcheverry, se reunió con Salvatore Mele, representante del ente europeo. Y en junio, Chile hizo la petición formal para ser miembro asociado del CERN.

Pero para que se selle el acuerdo aún restan diversos procedimientos formales. En conversación con Rockstars, Mele detalla qué pasos faltan y en qué beneficia a Chile ser miembro de esta organización sobre energía nuclear. El CERN se estableció en 1953 con 12 países europeos con la construcción de varios aceleradores de partículas.

Hoy en día, el CERN cuenta con el apoyo de 33 países, 23 miembros y 10 asociados, y tiene un presupuesto anual de 1.200 millones de dólares, usados principalmente para construcciones abiertas. Además, trabajan con 900 universidades de 77 países distintos. “La infraestructura que realizamos con los estados miembros la abrimos para todo el mundo, a través de recursos del sistema, ecosistema científico, sensores, algoritmos, etc.”, explica Salvatore Mele.

Grandes beneficios del CERN

Dentro de las ventajas que tiene ser parte del CERN, está el inminente desarrollo de la industria local en materia tecnológica y además el trabajo colaborativo con distintas universidades. También, las empresas del país pueden participar de las distintas licitaciones que se realizan. “En 2019 se hizo un estudio con 700 empresas que trabajan con el CERN y el 25% de ellas ha desarrollado nuevos productos y están innovando más”, comenta Mele.

Por lo tanto, es sumamente importante el impacto que puede llegar a tener la economía de un país, no solo en términos numéricos, sino también en el cambio cultural de las empresas, ya que pueden llegar a ser más innovadoras. Otro de los ítems a favor tiene que ver directamente con la empleabilidad, generando así una cadena de valor que podría empujar a Chile al codiciado desarrollo.

“Con Chile, tenemos acuerdos bilaterales de cooperación desde 1991, y que en 2007 se pusierson en operación. Luego, tras una visita de la expresidenta Michelle Bachelet se indicó que Chile iba a invertir en física de partícula. Trabajamos con la U. Católica, la U. Santa María, la U. Andrés Bello y la Comisión Chilena de Física Nuclear. Son casi 100 personas donde hay físicos, ingenieros, técnicos y estudiantes”.

Salvatore Miele, representante del CERN.

Finalmente, lo que resta para que Chile sea un estado miembro es demostrar una base científica en física de partícula. “Ya pasó una primera etapa, donde votaron los 23 miembros actuales. El Chile de hoy es diferente y tiene más prestigio. Ahora, el próximo paso es que se verifique formalmente que se tenga la base. Tras eso, el consejo vuelve a votar y si aceptan, Chile deberá pagar la membresía, que será proporcional a la riqueza del PIB del país”, señala Mele.